No fue mi culpa. O sí, pero no importa. Tuve tanto trabajo y el proceso de adaptarse a la ruda vida que me he granjeado, es duro.
Tampoco hay tanto que contar. Unas cosas se han ido y casi nada ha llegado. No está del todo mal, me gusta la estabilidad. Soy aburrida en el fondo. Las sorpresas hacen que se me salga el corazón y me ponen nerviosa, pocas veces las disfruto.
Hay nuevas distancias, que disfuto ampliamente. La distancia se lleva el trago amargo, el rencor. Las cosas pasan por algo...
Algo va a pasar pronto, lo sé.
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