Todos lo saben, yo escasamente veo tele. Prefiero dormir o rascar mi panza, que igual es tiempo perdido, pero al menos no me irrita los ojos. Pero sí, también deben saber que me rindo algún tiempecillo al día para ver lo que madre disponga en el televisor y creo que no está del todo mal.
A lo mejor sin ese remanso de tele, mi cerebro de habría podrido ya de tanta basura electoral o peor aún, habría entrado en una huelga áspera y persistente para ya no funcionar nunca más. Y es que señores, es un milagro que con tanta mierda que oigo no lo haya hecho ya.
Pues bien, estábamos viendo una de esas series que compartimos apretujadas en la cama, Life...me parece menos sosa que otras y el protagonista me encanta...es medio, cínico-malaleche-buenpex-algoasí.
Ahora bien, también debo decirles, el éxito de una serie gringa no es el mismo sin una buena voz en off. Oh si...las mejores series tienen una voz en off que te deja un buen sabor de boca, que te da una palmadita en la espalda y te dice sutilmente, anda nene, acá nos vemos la próxima semana....te espero.
Y la voz en off que ahora me insta a escribir estas líneas va más o menos así: Nos enseñaron que uno más uno son dos, pero no, uno más uno es uno, es simple, es más, tenemos una palabra para decir que uno más uno es uno : amor.
¿Lindo no?
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